Técnicas de la Sofrología. ¿Cómo es una sesión?

-Rafael Solans i Buxeda

La mejor técnica de relajación es aquella que puede practicarse por cuenta propia sin dificultades y que puede incorporarse en la vida diaria como una rutina tan natural como la comida o como el dormir. La sofrología reúne estas condiciones, puesto que consigue implicar de manera intensa a quien la practica, que contrae un sincero compromiso con su bienestar para toda la vida.

La Sofrología puede practicarse tanto a nivel individual como en grupo. Se lleva a término con la ropa habitual, en una sala normal, con la luz del día. No necesita aislarse del ruido ambiental, tampoco necesita músicas ni olores especiales. La enseñanza de las técnicas empieza con una explicación sobre lo que sucederá a continuación. Así se evitan expectativas que hagan perder la concentración a la persona que las practica.

A continuación, se realiza una relajación progresiva que conduce a un estado de conciencia en el cual el practicante está muy centrado en sí mismo y con una sensibilidad muy agudizada. Este estado no suele ser conocido por las personas que no han practicado antes algún método de relajación. A continuación, se pasa a la fase de activación en la cual pueden practicarse más de 60 técnicas en función del objetivo o de las necesidades del practicante. Después se realizan estiramientos para recobrar el tono muscular y volver al estado de conciencia anterior a la práctica del método. El aprendizaje en estas condiciones facilita su aplicación en la vida cotidiana (en el trabajo, en casa, durante los viajes…).

La regularidad en su práctica es la única condición para conseguir los resultados deseados. Técnicas como la sofrología activan el sistema nervioso simpático y parasimpático, ya que con sus técnicas se tensa y se relaja el cuerpo de manera intermitente.

Conclusiones

El hábito más difícil de romper es el de ser nosotros mismos, porque la neurociencia y la psicología predican que la personalidad ya está formada antes de los 35 años. Esto significa que desde siempre hemos estado seguros de que pensaremos, sentiremos y actuaremos de la misma manera el resto de nuestros días.

La Sofrología promueve y favorece el cambio de actitud y de pensamiento a través de sus técnicas, y nos muestra que puede haber otras formas de pensar; nuevas vías para encontrar soluciones más imaginativas y mucho más originales a nuestros problemas.

La sofrología es:

o Tomar consciencia de los problemas individuales y colectivos
o Ser sujeto -y no objeto- de nuestra vida
o Crecimiento personal
o Serenidad y actitud positiva ante los acontecimientos vitales
o Buenas relaciones interpersonales
o Saber recuperarse energéticamente
o Aprender a somatizar de forma positiva
o Relajarse mentalmente: desconectar, concentrarse, integrar, imaginar positivamente el pasado, el presente y el futuro -preparar una vivencia futura importante para la persona con imágenes mentales- programarse para el día siguiente…
o Superar los ruidos de fondo de nuestra mente
o Bienestar: reconocer los momentos positivos, valorar lo que se tiene, y aumentar los hábitos saludables.
o Buena gestión del tiempo: empezar el día positivamente, saber tomarse descansos, valorar el ocio.

En definitiva, la sofrología es coger el timón de tu barco y llevarlo al puerto a pesar de las corrientes y los vientos en contra.